lunes, 17 de marzo de 2014

Solo 7 de 200 camas son para terapia intensiva en los hospitales

Las siete camas de terapia intensiva del hospital San Juan de Dios, la primera sala del país creada en septiembre de 1977, siempre están calientes. Cuando un paciente recibe su alta, en cuestión de minutos ingresa otro que demanda la misma atención. “Es raro que una cama en esta área esté vacía más de un día”, comenta Johnny Castedo, el jefe de Terapia Intensiva y fundador de esa unidad.

La explosión demográfica, aunada a las carencias de infraestructura y de especialistas para los cuidados intensivos, devela un problema estructural en el sistema público de salud de Santa Cruz. Después de hacer un recorrido por los diferentes hospitales de tercer nivel, "El Día" constató que hay un promedio de siete plazas de terapia intensiva por cada 200 camas de internación. Los médicos consultados por este medio afirman que la Organización Mundial de Salud (OMS) establece un estándar de que entre el 8 y 10 porciento del total de camas de un hospital, se debe contar con terapia intensiva.

El Japonés y San Juan de Dios siguen igual que hace 30 años.

Después de 36 años en el San Juan de Dios no parece haber cambiado nada en la unidad de ciudados intensivos. Se mantiene con siete camas y seis terapistas que hasta la fecha han sido insuficientes para abastecer la excesiva demanda de la población de Santa Cruz, cada vez de mayor crecimiento. En la puerta de la sala de terapia intensiva los familiares de los enfermos que precisan el servicio hacen fila a diario, se quejan y lloran por un espacio. Tienen que esperar horas y hasta días para acceder al tratamiento porque saben que su paciente corre el riesgo de morir o si ellos los sacan a una clínica privada pueden caer en banca rota. "Estoy aquí desde las 5 de la mañana, porque mi padre está muy enfermo. Lo tenemos internado hace un mes en cirugía y su salud cada día se deteriora más. Él necesita cuidados intensivos urgentes, pero mi familia no tiene dinero para llevarlo a una clínicia privada", sostiene María Tereza Ruiz, hija del señor Andrés Ruiz, de 69 años, que se encuentra en la sala de cirugía, luego de una intervención.

El jefe de Terapia Intensiva, Johnny Castedo, comparte el drama que viven los familiares de los enfermos que precisan terapia. En sus 36 años de servicio como terapista ha conocido muchos casos extremos y por eso alega por más camas de terapia.

Recuerda que en el pasado, los empresarios privados aportaron recursos económicos para la compra de camas y equipos de la primera sala de terapia intensiva de la ciudad que en aquella época contaba con 350 mil habitantes y que ahora bordea los 2 millones de vivientes. Aunque la Gobernación cruceña le ha comprometido 12 nuevas camas de terapia debidamente equipadas para descongestionar las antiguas plazas de enfermos, Castedo dice que se está dando un avance importante, pero que todavía se necesitan más.

La realidad del hospital San Juan de Dios no es ajena a la situación del Francés o del Japonés. El jefe de Medicina Crítica y Terapia Intensiva del hospital Japonés, Gustavo La Fuente Zerain, sostiene que desde 1986 cuentan con seis camas polivalentes donde atienden a pacientes clínicos, quirúrgicos y neurológicos. “Desde que comenzamos a trabajar en este hospital (hace 28 años) el número de camas se mantiene. Este hospital trabaja con seis camas y eso significa el 3% de la capacidad, siendo que lo ideal debe ser entre el 10 y el 20%”, explica. El doctor La Fuente señala que lo mínimo que debería tener este hospital son 20 plazas para los ciudados intensivos porque el nosocomio cuenta con 200 camas.
Con 27 años de servicio y como miembro de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva lamenta la proliferación de terapias intensivas en algunas clínicas particulares donde los profesionales ejercen el oficio de terapista sin haber hecho la especialidad. “En cualquier momento puede estallar una bomba. Es un problema que debe ser regulado por las autoridades. En cada terapia de una entidad hospitalaria, debe haber un especialista en terapia intensiva", dice La Fuente.

El colegio Médico detecta dos problemas estructurales. Para el presidente del Colegio Médico de Santa Cruz de la Sierra, Erwin Viruez, el problema de la terapia intensiva radica en la falta de infraestructura para atender a los pacientes que demandan el servicio. Otro de los aspectos, añade Viruez, es el número insuficiente de médicos especialistas para los cuidados intensivos. “Aquí tiene que ver mucho la acreditación de las clínicas por parte del Servicio Departamental de Salud (Sedes). Existen clínicas que no cuentan con las condiciones de infraestructura y recursos humanos”, explicó el titular de los colegiados, al señalar que a nivel de posgrado se ha implementado una política para aperturar mayores plazas en la formación de médicos terapistas. El doctor Viruez cree que amerita hacer un estudio para que los hospitales puedan contar con el número exacto de camas de cuidados intensivos de acuerdo a los estándares establecidos por la Organización Mundial de Salud (OMS). Al margen de las clínicas privadas que cuentan con todos los servicios, según el galeno, el Sedes debería intervenir en el tema porque considera que hay muchas falencias. Otro de los aspectos que destacada el titular del Colegio Médico es el hecho de que la población aumentó en longevidad (tiene mayor expectativa de vida). Esta situación, según el ente colegiado, hace que las enfermedades cardiovasculares, hipertensivas, cerebrovasculares y politraumatizados, requieran cuidados intensivos. El otro aspecto, son los pacientes del Seguro de Vejez, que colapsan el sistema de salud.

Gobernación cruceña anuncia la habilitación de 40 camas. El Secretario de Salud de la Gobernación cruceña, Óscar Urenda, admite que la demanda de la terapia intensiva en los hospitales por parte de la población es insatisfecha porque no hay la cantidad de respiradores suficiente, pese a las ampliaciones en la sala de Emergencia de los hospitales. Urenda indicó que el hospital San Juan de Dios ampliará de siete a 20 camas de terapia intensiva en los próximos 30 días. De la misma manera, dijo que en el Japonés se aumentará de siete a 20 camas, además se habilitarán otros espacios en ambos nosocomios. "En el sistema de hospitales de tercer nivel, tendremos 40 camas habilitadas de terapia intensiva con el personal suficiente. Todo el equipamiento para estas salas ya está adquirido", reveló el doctor Urenda, al señalar que están atendiendo los requerimientos del hospital de niños Mario Ortiz y del Oncológico y del Instituto Oncológico del Oriente Boliviano, así como también de la maternidad Percy Boland. El hospital Francés es responsabilidad de la Alcaldía. Creen que hubo descuido del sistema de salud. El doctor Carlos Dabdoub cree en el pasado inmediato, en la ciudad de Santa Cruz se le ha dado mucha importancia al cemento y se han olvidado de otras cosas que son fundamentales como la salud. La versión de Dabdoud coincide con la opinión de la primera autoridad departamental de salud en Santa Cruz, quien afirma haber recibido los hospitales de tercer nivel en lamentables condiciones "Nosotros hemos recibido hospitales que deberían estar en mejores condiciones. Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario para levantarlos, dentro de la autonomía de gestión con el sistema gerencial que ha resultado más eficiente", dijo.

"Hay un déficit importante en la parte estructural de infraestructura y en recursos humanos en la especialidad de terapia intensiva".

Erwin Viruez
Presidente del Colegio Médico de Santa Cruz

"En el hospital San Juan de Dios seguimos con la misma cantidad de camas de 1977. Es raro que una cama en esta área esté vacía más de un día".

Johnny Castedo
Jefe de Terapia Intensiva del San Juan de Dios

Punto de vista

Carlos Dabdoub Arrien
Neurocirujano/Hospital Japonés

"La terapia intensiva es crucial para el sistema de salud”

“Yo creo que tenemos dos problemas grandes en la salud pública de Santa Cruz. Uno de ellos es la terapia intensiva porque no tenemos camas necesarias en los hospitales. Y el segundo problema, es neonatología, también por falta de camas. Estos son los dos elementos que hay que atenderlos prioritariamente (por parte de las autoridades). En el caso de neurocirugía, que es mi especialidad, encontramos serios problemas, porque son pacientes en estado grave que necesitan ser intervenidos quirúrgicamente de emergencia y no contamos con terapia intensiva. Hay otros pacientes que tienen que ser intervenidos no de manera urgente, pero que llegan con tumores cerebrales y se necesita una camilla en terapia intensiva. A veces en la tardanza está el riesgo, que ese paciente empeore o llegue a fallecer. Por lo tanto, terapia intensiva, no solamente para nuestro hospital, sino para el sistena público de salud en todo Santa Cruz, es crucial. Lo que normalemente se estila (desde la Organización Mundial de la Salud) es que entre 8 y 10 porciento del total de camas de un hospital deben contar con terapia intensiva. Dicho de otra forma, si en el hospital Japonés tenemos 180 camas deberíamos tener alrededor de 18 camas pero solamente contamos con seis camas de terapia para la internación de los pacientes.

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